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Neuro Electrofisiología y Estimulación Cerebral Profunda: tratamientos de vanguardia para problemas neurológicos

Jueves 5 de Mayo de 2022

Conversamos con Uriel Novick, ingeniero en física médica, especializado en neuro electrofisiología y gerente general de NOVAE Grupo Médico, sobre cómo se trata con estas técnicas enfermedades como Parkinson, movimientos anormales, trastornos obsesivos compulsivos, epilepsia, entre otras. También responde a interrogantes sobre el futuro de estos avances destinados a mejorar la calidad de vida del paciente.  

 

¿De qué se trata la ingeniería en física médica y la especialización en neuro electrofisiología? 

La ingeniería en física médica, al igual que muchas otras como la ingeniería biomédica, se generó a partir de la necesidad -como siempre decimos en NOVAE- de conocimientos plurales. La medicina, al igual que otras ciencias, se ha vuelto cada vez más compleja y es muy difícil que una sola persona tenga el tiempo para nutrirse de todos los conocimientos, ni la capacidad para aplicarlos. En ese contexto, el doctor René Favaloro, junto con el staff de la Universidad Favaloro, fueron pioneros en el ámbito de la educación privada al crear la carrera de ingeniería orientada hacia medicina. Luego llevé a cabo dos años de residencia y prácticas en distintos lugares, con diversas técnicas y tecnologías, para obtener mi habilitación para el uso de radiaciones con fines médicos. Actualmente a cualquier centro de radioterapia se le exige que tenga un físico médico y un radioterapeuta, ambos con permiso individual emitido por parte de la Autoridad Regulatoria Nuclear. 

Como dije antes, la física médica es radiación aplicada al uso médico; mientras que la neuro electrofisiología es un universo aparte. Esta se centra en identificar de qué área se trata y dónde estamos ubicados. La especialización en neuro electrofisiología vino por fuera de mi especialización como físico médico. 

La experiencia, el apoyo y las enseñanzas de la mayoría de los neurocirujanos, con los que sigo trabajando en la actualidad, me fueron nutriendo en neuroanatomía aplicada a la planificación.  

 

¿Qué patologías se abordan desde la neuro electrofisiología? ¿Cuáles tratan desde NOVAE?  

Abarca diversas patologías y usos. Entre las principales están Parkinson, distonía, temblor esencial, epilepsia refractaria. Además, se están investigando las relativas a Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC), patologías como depresión, adicciones, trastornos de la alimentación, Tourette e irán apareciendo más a medida que avancemos en el entendimiento de la relación entre zonas específicas del cerebro con estas patologías. 

En materia de Párkinson, distonía y temblor esencial, la tecnología en imágenes nos permitió ser más precisos en cuanto a la localización en la que se deja el electrodo. Cuando tenemos una resonancia o tomografía, son imágenes estáticas del cerebro. Eso se carga en planificadores que permiten una reconstrucción tridimensional del cerebro. Mediante el uso de Marcos de Estereotaxia, se obtiene con alta precisión las coordenadas que permiten ubicar el lugar donde idealmente desearíamos dejar el electrodo, la zona del cerebro donde está comprobado que interviniendo con un estímulo eléctrico se puede generar un cambio en esa patología, en ese grupo de neuronas.  

La otra cuestión es por dónde entro: para llegar a esos núcleos que están profundos dentro del cerebro, tengo que atravesar diversas estructuras del cerebro, incluyendo áreas altamente vascularizadas. Parte de mi trabajo es encontrar el camino optimo que permita colocar el electrodo en el lugar indicado, evitando cualquier estructura de riesgo. Esto siempre se termina de consensuar con el equipo médico.  

Antes se abría toda la cabeza, ahora son dos agujeritos de 24 milímetros. Luego de realizado puede suceder que el cerebro, que está flotando en un líquido, se mueva. Entonces la neuro electrofisiología entra en acción: antes de colocar el electrodo, bajamos unos microelectrodos y hacemos una lectura de la actividad eléctrica en un rango de profundidad donde quiero encontrar el núcleo blanco del electrodo. Esto permite detectar cualquier desplazamiento del cerebro y corregir la trayectoria antes de colocar el electrodo definitivo. 
 

¿Qué resultados se pueden esperar? 

Hace muchos años, la tasa de complicaciones en este tipo de cirugías era alrededor del 30%. Un porcentaje muy alto. Esto se redujo mucho hasta alcanzar, de acuerdo con lo que indican los especialistas, un riesgo relativamente bajo. Pero la elección del paciente es fundamental. Más allá de que la técnica sea perfecta, que uno coloque el electrodo con una precisión absoluta, el paciente debe cumplir ciertas características para ser candidato a la cirugía. Es fundamental que en primera instancia el paciente tenga una respuesta clínica a alguna de las medicaciones aplicadas a su patología especifica. Pero una vez que la dosis empieza a traer efectos adversos intervenimos con esta cirugía. También depende mucho de la ventana de tiempo en la que el paciente encuentra al neurólogo, el neurólogo detecta, indica y se hace la cirugía. 

Es decir, es un proceso que comienza con el seguimiento adecuado del paciente mucho tiempo antes de la intervención quirúrgica. 

 

¿Se utiliza también en pediatría? 

Hay patologías que son características de las infancias y adolescencias; otras de adultos. La mayor diferencia que hay entre un joven y un adulto es el desarrollo del cerebro. Porque si implantamos un electrodo y el cerebro se sigue desarrollando ¿qué va a pasar con la ubicación del electrodo a medida que el cerebro se desarrolla? Se hace en todas las edades, pero dependiendo de la patología.      

Participé de implantes pediátricos en uno de los centros de referencia en el país. En las distonías primarias se sabe que el efecto de esta técnica es muy bueno. En las secundarias, que aparecen a partir de otra situación, otro accidente cerebral, es condicional: puede funcionar o no.  

Tenemos el síndrome de Tourette, cuando son tics fónicos o motores, también se pueden usar estas técnicas, dependiendo de la edad. Con la epilepsia podemos tener pacientes epilépticos en la edad juvenil, en la cual ya el grado de epilepsia no los deje tener una calidad de vida determinada y se puede proceder al implante.  

 

¿Algunos ejemplos de cómo estos tratamientos transformaron la vida de las personas? 

Sí, varios. Un buen ejemplo es el de una cirugía que se hizo en el Hospital Italiano en la que asistí como ingeniero, desde la electrofisiología: se trataba de una persona con un trastorno obsesivo compulsivo. Pasó de ser un paciente con un trastorno respecto a bacterias y gérmenes, que lo limitaba en su interacción social, a poder desarrollarse e insertarse y disfrutar de un montón de cosas que antes no podía. Por suerte el paciente se animó a contar su experiencia –salió en varios medios- porque esto también anima a otras personas a consultar.  

Otro caso, es el de una paciente con temblor esencial, que le impedía tener una vida normal y llevar a cabo cosas de la vida cotidiana, como usar cubiertos para comer. Tenía que comer del plato porque sus miembros superiores no dejaban de temblar. Hoy esa mujer puede salir con las amigas, hacer cosas que nosotros consideramos normales, como cortar la comida, jugar a las cartas, pintarse las uñas. El éxito viene por ese lado, es devolverles a los pacientes su calidad de vida.  

Algo importante para aclarar es que no se cura la enfermedad, no se ha llegado a la instancia de detener el avance porque son degenerativas, pero se devuelve calidad de vida, esa es la clave del éxito. 



¿Cómo es el presente de la neuro electrofisiología en Argentina, tanto en el ámbito público como privado? 

Hasta hace cinco o seis años atrás, la cantidad de cirugías realizadas eran muy inferiores en relación a las personas que podrían haberse visto beneficiadas por este tratamiento. No las autorizaban porque faltaba evidencia o no estaban acostumbrados a estas técnicas. Ahora, a veces tenemos 10 cirugías en un mes.  Ha sido un salto enorme porque los financiadores cubren esta práctica y ven los resultados, la reducción en el consumo de medicamentos, la mejora en la calidad de vida de los pacientes. Las obras sociales la reconocen como una terapia válida, los profesionales tienen más conocimientos de esta alternativa. Desde NOVAE no solamente hablamos de lo que hacemos nosotros, sino también damos espacio a otros profesionales para divulgar las técnicas. No solo para los pacientes, sino también para profesionales y prestadoras, para que más personas tengan acceso.  

Por suerte en el sector público están muy a favor; PAMI, PROFE y las obras sociales provinciales la incluyen en su cobertura. Es una terapia a la que acceden tanto las personas que se atienden en el subsector público como en el privado, ya que este último, además, forma parte del Sistema Único de Reintegro (SUR).  

Realmente, se hizo un trabajo fuerte para desarrollar los equipos necesarios para hacer estos implantes. Las alternativas en Argentina están dadas. El acceso a capacitación local, tanto para neurólogos, neurocirujanos, instrumentadores, anestesistas, permitió ir formando grupos multidisciplinarios en forma federal, dando así más acceso a los pacientes.  


Y el futuro de la neuro electrofisiología en el país, ¿es auspicioso?  

Hoy ya se están implantando electrodos direccionales: si uno no fue tan preciso a la hora de implantarlo, al estímulo, en vez de que sea circular se puede anular una cara. Se puede segmentar, direccionar, es un avance enorme.  

Hace poco se hizo un implante de una batería que tiene un sensor interno, es decir: va detectando y leyendo la actividad neurológica del cerebro para saber en qué momento se tiene que prender y cuándo no. Se va midiendo para que no sea un estímulo continúo, sino cuando el paciente lo necesite. 

El futuro en relación a las aplicaciones y los usos que se le pueden dar a estas técnicas es enorme, a medida que se sabe más específicamente qué áreas del cerebro involucra determinadas patologías o los circuitos que detonan las patologías. Así mismo, la innovación tecnológica constante ira abriendo posibilidades que una no tenemos en consideración. 

Lo que se necesita es tener el valor humano debidamente capacitado y preparado para aprovechar e implementar estos avances en las practicas efectivas. Sino todo queda en papel y se pierden los beneficios potenciales para los pacientes.