Estimulación Cerebral Profunda: la clave está en el trabajo multidisciplinario, profesional y conjunto

NOVAE Grupo Médico cuenta con un equipo profesional y especializado que tiene lo necesario para brindar, de forma segura y efectiva, este tratamiento en el Sanatorio La Trinidad Palermo. 
 

El sistema de salud avala y brinda cobertura para la estimulación cerebral profunda -conocida como DBS por sus siglas en inglés-, un tratamiento específico para personas con trastornos del movimiento como temblor esencial, enfermedad de Parkinson, distonía y otras afecciones.

Para la médica neuróloga Eugenia González Toledo -MN 121898-, parte del equipo de NOVAE Grupo Médico y responsable del área de Movimientos Anormales, se trata de “un avance tecnológico que impacta en la calidad de vida de los pacientes”. 

La estimulación cerebral profunda es energía, electricidad aplicada a alta frecuencia en un determinado punto del cerebro. Esto hace que un circuito que está funcionando de manera anómala, regularice su situación. Para llevar adelante este procedimiento se necesita de un equipo de profesionales especializados no solo en cirugía o neurología, sino en lo que se denominan “movimientos anormales”.

González Toledo explica que la especialidad “se ocupa de enfermedades muy infrecuentes pero también otras como la enfermedad de Parkinson -una de las más frecuentes a nivel neurodegenerativo- y las que se relacionan a los movimientos involuntarios”.

Dos hitos

La médica especialista recorre los dos grandes momentos que fueron bisagra para el tratamiento del Parkinson: “el primer hito es la introducción de la levodopa en 1967 por Cotzias y la estimulación cerebral profunda de alta frecuencia en 1997 por Benabid” .

El primer tratamiento cambió radicalmente la expectativa de vida de los pacientes, sin embargo, explica González Toledo, “con los años la exposición a esta medicación, asociada a la evolución de la enfermedad y la neurodegeneración y pérdida de neuronas dopaminérgicas, el riesgo de desarrollar complicaciones motoras pasó a complicar nuevamente la calidad de vida de los pacientes”. 

Muchos años después aparece -luego de intentos de cirugías lesionales que fueron cayendo en desuso- la cirugía de electroestimulación profunda, marcando otro hito en el avance de la medicina. “El tratamiento permite, para algunos pacientes en particular, mejorar la calidad de vida y acceder a una opción cuando farmacológicamente ya no hay nada para hacer” señala González Toledo. 

Requisitos y cirugía

Este procedimiento -que se reserva para personas cuyos síntomas no se pueden controlar con medicamentos-, es, tal como lo describe González Toledo “altamente complejo y solo para algunos pacientes que cumplen con ciertos requisitos para que la cirugía sea beneficiosa”. Entre ellos, el paciente debe tener una buena respuesta a la levodopa, así como ausencia de problemas cognitivos o psiquiátricos severos. 

Por todo ello, Grupo Médico Novae trabaja con un equipo multidisciplinario, especializado, informado, compuesto por cirujanos, psicólogos, psiquiatras y neurocirujanos, que además de tener un profundo conocimiento sobre el procedimiento, hace un abordaje y análisis en forma conjunta de cada caso. 

“El primer paso es la correcta elección del candidato para ver si cumple con las condiciones y que las expectativas del paciente puedan ser cumplidas con este tratamiento” insiste González Toledo, y detalla que las evaluaciones finales involucran a todos los profesionales en un Ateneo. 

En cuanto al procedimiento, “una vez que se decide la cirugía -nosotros sugerimos una localización- entran en acción también los ingenieros y neurocirujanos”, describe la especialista y explica que “se realizan dos pequeños agujeros en el cráneo y a través de ellos desciende el electrodo mediante un sistema controlado que requiere de coordenadas, porque vamos a áreas muy profundas del cerebro”. 

También hay que precisar que, inicialmente, el paciente está dormido pero luego se despierta, “esto es algo que también se le explica y para lo que se lo prepara”, agrega y resalta que “es una sedación consciente, sin dolor, pero tiene que estar despierto y colaborar al momento de la estimulación con los electrodos. Luego el paciente se vuelve a dormir y termina el procedimiento con la colocación de los cables y el dispositivo bajo la piel”. El equipo interviniente, además de evaluar en forma constante al paciente, trabaja especialmente en la contención.  

En el mundo en general y en Argentina en particular ya hace un tiempo que se llevan a cabo estas cirugías. “El éxito de la terapéutica persiste y si bien no detiene la enfermedad, sin duda mejora mucho la calidad de vida”, sintetiza la médica neuróloga, y subraya que, “si el paciente está correctamente seleccionado, tiene una mejoría en la calidad de vida marcada”. “Tenemos pacientes que habían dejado de trabajar, de dar clases o incluso de viajar solos, hasta cosas mínimas como vestirse solos, y vuelven a hacerlo”, ejemplifica. 

Además de la enfermedad de Parkinson, la DBS también es utilizada en forma efectiva para el temblor esencial, una patología que, con tratamiento farmacológico aproximadamente el 50 por ciento de los pacientes mejoran sustancialmente. También hay un porcentaje que requiere intervención quirúrgica de estimulación cerebral profunda para cuadros de distonía -otro tipo de movimiento involuntario con movimientos anormales de distintas partes del cuerpo por contracciones y relajaciones de grupos musculares-. 

El equipo de profesionales de NOVAE Grupo Médico tiene el respaldo de años de experiencia y un gran caudal de pacientes intervenidos, trabajando en forma responsable y seleccionando a los pacientes con cirujanos especializados. Luego, el tratamiento continúa con un seguimiento cercano para controlar la programación del marcapasos y el impulso eléctrico de los electrodos. 

Pero más allá de lo técnico, el acompañamiento de NOVAE Grupo Médico abarca no solo al paciente, sino también a su familia. 

“Nuestro objetivo es brindar lo mejor para cada paciente. En movimientos anormales la medicina está cada vez más adaptada a cada paciente en particular y por eso para nosotros es primordial tanto la innovación como la formación contínua”, subraya Eugenia González Toledo y concluye: “como equipo, nos escuchamos y tomamos las decisiones en forma conjunta y eso es algo que nos distingue”.